Las historias son desgarradoras: hombres jóvenes que nunca se desarrollarán plenamente, mujeres jóvenes que nunca amamantarán a sus propios hijos, si es que pueden tener hijos, hombres y mujeres que han perdido gran parte de sus rasgos naturales de género pero que nunca lograron su objetivo de hacer la transición efectiva al sexo opuesto.

El número de personas engañadas por la idea de que pueden convertirse en el sexo opuesto se ha disparado en los últimos años. Ahora, las consecuencias irreversibles de los medicamentos y las cirugías que alteran el género, están saliendo a la luz de una manera trágica.

Chloe Cole fue introducida rápidamente en el régimen, ideológicamente diseñado, de bloqueadores de la pubertad cuando estaba en su adolescencia. A la edad de 15 años, le habían diagnosticado depresión, pero eso no hizo que los médicos se detuvieran; siguieron adelante y le extirparon sus dos senos completamente sanos. Chloe quedó con cicatrices, la incapacidad de amamantar a un niño y con la pregunta de si podría tener sus propios hijos debido a los muchos años de tomar medicamentos.

Chloe dijo: “Han pasado casi 3 años desde que me sometí al proceso para revertir el cambio de sexo, pero hasta el día de hoy, todavía estoy experimentando complicaciones. No sé si podré concebir o llevar un hijo a término de manera segura. Estoy experimentando dolor en las articulaciones debido a los bloqueadores de la pubertad. He estado experimentando dolor crónico en mi región pélvica que está empeorando lentamente con el tiempo. Y sé que nunca recuperaré mis senos. Siempre tendré las cicatrices”.

La semana pasada Chloe compartió su historia con legisladores y reporteros de noticias en una conferencia de prensa en el Capitolio del estado de Arizona en apoyo al proyecto de ley de la senadora Janae Shamp, SB 1511 (en inglés). Es un proyecto de ley respaldado por CAP que requiere que los profesionales de la salud y las aseguradoras que proporcionan medicamentos y cirugías para cambios de sexo también proporcionen o paguen por la atención de la detransición.  El proyecto de ley también tiene el fin de garantizar la igualdad de atención y cobertura para aquellos que llegan a lamentar las consecuencias dañinas de lo que erróneamente se llama “atención de afirmación de género”. Chloe explicó lo difícil que es para las personas que están haciendo la transición obtener atención: “Traté de volver a mi cirujano. He vuelto a consultar a varios médicos para pedirles ayuda. Pero ellos no tienen ni idea de lo que yo estoy viviendo. Nunca han visto a ningún otro paciente lidiando con tantas anomalías en términos de salud física, como lo estoy yo ahora. Ya es horrible que se estén realizando estos procedimientos en niños que no están desarrollados física, mental o sexualmente, pero es especialmente atroz que se esté negando la atención a los detransicionistas”.

Chloe se reunió con los legisladores para responder preguntas y proporcionar un relato de primera mano de lo que lograría la SB 1511. No se debe discriminar a las personas que detransicionan, y los proveedores médicos y de seguros que causan alteraciones físicas de por vida en los cuerpos de los pacientes deben rendir cuentas por el cuidado de por vida de las personas a las que dañan.

A favor del aborto a más no poder

 La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs (aprende más en inglés), y la fiscal general, Kris Mayes, han demostrado que se preocupan más por la industria del aborto que por la salud y la seguridad de las mujeres y los bebés en el vientre. Ambas, como miembros de dos grupos diferentes a favor del aborto, firmaron escritos amicus curiae instando a la Corte Suprema de EE. UU. a revertir un fallo de un tribunal inferior que ordenó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) restablecer sus propias precauciones de seguridad que eliminaron arbitrariamente en un esfuerzo por expandir el aborto.

La Corte Suprema está decidiendo si el tribunal inferior tenía razón al determinar que la FDA redujo sus propios estándares y eliminó las precauciones de seguridad de la píldora abortiva, la mifepristona, de manera arbitraria y caprichosa. Si el Tribunal está de acuerdo con el tribunal inferior, el medicamento abortivo requerirá, nuevamente, la visita de un médico y otras precauciones de seguridad de sentido común. Los abogados de Alliance Defending Freedom (ADF por sus siglas en ingles) que argumentan el caso (aprende más en inglés), señalaron que “la propia etiqueta de la FDA sobre los medicamentos dice que aproximadamente una de cada 25 mujeres que los toman, terminará en la sala de emergencias”.  Sin embargo, tanto la Gobernadora Hobbs como la fiscal general Mayes piden que la Corte anulen las precauciones de seguridad, claramente necesarias.

Nosotros te mantendremos al tanto de lo que suceda con el caso.

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