A menos que se presente una circunstancia imprevista, la juez Ketanji Brown Jackson será la próxima juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Esto, a pesar de que no pudo definir la palabra “mujer” y no pudo contestar la pregunta de cuándo comienza la vida.

Hay mucho que no es grato acerca del nombramiento de Jackson a la Corte, entre los cuales está el hecho de que no da ninguna indicación de que será ecuánime al decidir los casos de la ley sobre el aborto.

Firmamos una carta (en inglés), junto con otras 39 organizaciones a favor de la vida solicitando a los miembros del Comité Judicial del Senado de los Estados Unidos que voten en contra de su confirmación. La carta señala la hostilidad que Jackson mostró hacia los defensores a favor de la vida que ofrecen oración y consejería afuera de las clínicas de aborto. También sacaron a la luz los vínculos financieros de Jackson con grupos radicales a favor del aborto, quienes gastaron cientos de miles de dólares para promover su nominación a la Corte Suprema, y la promesa de estos grupos de gastar millones más para “reformar” la Corte para garantizar que el aborto siga siendo legal.

La carta afirma la falta de confianza que existe en los estadounidenses a favor de la vida en la promesa de Jackson de defender la Constitución de los Estados Unidos, “los escritos judiciales que Jackson ha hecho en el pasado indican fuertemente que ella no tiene la capacidad de considerar de manera ecuánime los argumentos de aquellos políticamente divergentes de los suyos”.

Durante su audiencia de confirmación, la juez Jackson tuvo que responder a cuestiones acerca de una sentencia clemente que le dio a un convicto por pornógrafo infantil, así como su inhabilidad de definir a una “mujer”. Cuando se le pidió que lo hiciera, Jackson respondió: “No puedo. No en este contexto. No soy bióloga”. Mas sin en cambio, se refirió a sí misma como mujer varias veces a lo largo de la audiencia.

El hecho de que no pueda reconocer la realidad biológica de una mujer nos dice todo lo que necesitamos saber sobre la cosmovisión a la que Jackson se adhiere. Ella claramente se suma al esfuerzo agresivo del movimiento transgénero para obligarnos a adoptar esta nueva y creciente ética sexual.  Cómo todo esto afectará sus decisiones desde el banquillo, es bastante claro.

Al Mohler hizo un análisis ampliamente reflexivo de la situación. Escucha o lee aquí (en inglés).

La votación de confirmación del Senado se espera antes del receso del 11 de abril.

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