Los primeros informes indican (en inglés) que uno de los posibles factores que motivaron a una ex estudiante a matar a tiros a niñitos y empleados escolares en una escuela cristiana de Nashville la  semana pasada, fue la firma del gobernador autorizando legislación (en inglés) que prohíbe medicamentos y cirugías con efectos irreversibles relacionados con el género para menores.

Otros informes (en inglés) sugieren que con la implementación de tales leyes de protección infantil podrían evitarse nuevas tragedias. Puede que nunca sepamos todo lo que llevó a esta persona a tomar tan devastadora decisión, pero podemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a los niños de los muchos males de la sociedad.

Cabe mencionar que, una ley similar a la de Tennessee entró en vigor la semana pasada en Arizona. El año pasado, los legisladores estatales aprobaron la ley SB 1138 (en inglés) apoyada  por CAP para prohibir las cirugías relacionadas con el género en menores, en un esfuerzo por resguardarlos de las consecuencias irreversibles evitando así que estos menores sean los que tomen esta decisión tan trascendental como si fueran personas adultas.

Esta ley enfrentó una feroz oposición durante el proceso legislativo por parte de activistas que exigían que los “tratamientos” puramente experimentales y con efectos permanentes se les proveyeran a los niños que batallan con la identidad de género.

El proyecto de ley original tuvo que ser enmendado para eliminar la prohibición de los bloqueadores de la pubertad y las hormonas sexuales cruzadas para menores con el fin de obtener los suficientes votos necesarios para que fuera aprobado.

Desde entonces, varios estados (en inglés), incluyendo a Kentucky donde se anuló el veto del gobernador, han aprobado prohibiciones similares sobre estos “tratamientos” experimentales para garantizar la protección de los niños contra el abuso.

Ahora que el proyecto de ley con sentido común entro en vigor en Arizona, se hace visible la inevitable ruptura social.

Según los informes (en inglés) la mujer de 28 años consideraba la escuela cristiana como blanco perfecto para llevar a cabo un tiroteo en masa. Pero en lugar de reconocer la devastación, la división tan profunda en nuestra sociedad y el creciente desprecio hacia aquellos en desacuerdo, muchos simplemente optaron por tomar sus esquinas en el cuadrilátero. Todo porque la persona que cometió este acto se identificaba como persona transgénero.

Horas después del asesinato en masa, Josselyn Berry, la secretaria de prensa de la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, tuiteó un clip de una película que mostraba a una mujer con un arma en cada mano y lo subtituló: “Nosotros cuando vemos transfóbicos”. La insensatez de este llamado a más violencia provocó indignación. Puedes ver el tweet en esté artículo (en inglés).  Ella renunció dos días después.

Pero para ese entonces, las víctimas del asesinato ya eran menos importantes que perder terreno en la lucha por avanzar el movimiento LGBTQ. La narrativa cambió, convirtiendo a aquellos que se identifican como personas transgénero en víctimas de aquellos que rehúsan afirmarlos. Los titulares surgieron rápidamente citando el miedo (en inglés) y el presunto abuso de aquellos que, como el tirador, se llaman a sí mismos personas transgénero. Y comenzó a surgir un tono de simpatía a través de algunos de los medios sociales y los noticieros.

Sin importar que los activistas radicales ya habían estado pidiendo un ” Día de Venganza Trans” antes del asesinato masivo del lunes

La cantante Madonna agregó la ciudad de Nashville en su gira de conciertos, y promete dedicar las ganancias a los activistas trans. Parte de las charlas en las redes sociales fueron una serie de publicaciones donde se amonestaba a los reporteros por “confundir el género” del asesino, algo que fue rápidamente “corregido”.

Si anteriormente no lo habías podido percibir, los últimos días han traído a la luz la amplitud de la lealtad que demanda la agenda del movimiento LGBTQ. Aun las vidas inocentes de los niños que fueron asesinados pasaron a ser segundo plano detrás del tema del movimiento transgénero. Algo que para muchos compite con cualquier religión y puede llevarnos al punto de una ruptura social.

Debemos estar al tanto para poder responder adecuadamente; con compasión cuando se requiere compasión, con fidelidad inquebrantable hacia un Dios soberano y Su Palabra ante las pruebas, y con acción cuando sea necesario proteger a los niños.

Con este fin, la semana pasada nuestro equipo tuvo la oportunidad de testificar a favor del proyecto de ley SB 1040, que ofrece adaptaciones para todos los estudiantes al requerir baños y duchas de un solo uso para los estudiantes que batallan con su género. Esto también protege la privacidad y seguridad de las niñas en espacios privados de las instalaciones escolares. Es una solución con sentido común a un problema creciente.

También continuamos orando por las familias de esos preciosos niños y empleados escolares que perdieron la vida la semana pasada, así como por los muchos compañeros de escuela que han quedado traumados por presenciar tal masacre. Y oramos por aquellos atrapados en la mentira del transgenerismo y otros que sufren por el desánimo y la desesperación.

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