Probablemente tu ya te habrás dado cuenta, y ahora sabemos con toda seguridad que el número de estadounidenses que se han alejado de la religión institucionalizada ha aumentado significativamente en las últimas décadas. La cantidad de aquellos que no pertenecen o practican una fe religiosa en particular, ha aumentado alrededor del 5% a principios de la década de 1990 a casi el 30% en la actualidad (Aprende más en inglés). Un informe de Arizona situó la cifra del 36%. A este grupo lo llamamos personas “sin religión”.

El hecho de que el 30% de la población a nivel nacional, viva plenamente en una cosmovisión secular, tiene un efecto innegable en todo el país.

Recientemente parte de nuestro equipo asistió a la conferencia del Centro para la Sociedad Civil donde explicaron cómo sucedió esto y qué hacer al respecto.

La suposición que se compartió, es que los estadounidenses han sido hipnotizados poco a poco, empezando por el origen del tiempo y el propósito de la humanidad.

Las ideas tienen consecuencias. La idea de que el existencialismo es un humanismo es algo así como una especie de antropología plástica basada en la auto deliberación, es lo que lleva a muchos a afirmar que las personas no simplemente batallan con la identidad de género, sino que son personas “transgénero”.

Si no hay un creador o un plan para la humanidad, en teoría, evolucionamos hacia un nivel más alto. El transhumanismo combina la biología y la tecnología para crear un ser humano más avanzado; Un ser que no es más que un engranaje, utilizado para la productividad al servicio del Estado y para el bien colectivo.

Las generaciones recientes han crecido aprendiendo que ellos son el problema. No tenemos que buscar muy lejos para encontrar casos como el de la joven Greta Thunberg, quien ha sido parte de campañas que promueven la idea de que ella y todos los demás son los que están mal con el mundo. Las jóvenes se están esterilizando para poder salvar el clima. Y si los humanos son una plaga, el cristianismo es la fuente de la destrucción.

El plan marxista toma forma cuando los jóvenes rechazan la religión y el capitalismo y ven al ser humano solo como mercancía. Y este es el punto donde comienzan a rechazar la modestia, la responsabilidad ante Dios, e incluso la maternidad.

Estas personas “sin religión” rechazan el cristianismo o realmente no conocen lo que es. En Dearborn, Michigan, no fueron padres cristianos, sino padres musulmanes los que impulsaron el movimiento (Aprende más en inglés) para impedir que un distrito escolar local permitiera libros LGBT sexualizados en la biblioteca de la escuela.

Recientemente, Al Mohler citó un libro (Aprende más en inglés) acerca de este tema, señalando que el deseo o la presión a conformarse a la cultura y con una base bíblica débil, hace que muchos abandonen la iglesia o nunca asistan. Muchos de los que se consideran a sí mismos personas “sin religión” asistían a una iglesia por el deseo de pertenecer más que por las verdades bíblicas. Irónicamente, estas personas a menudo añoran el sentirse parte de una iglesia.

Es posible que estas personas sin religión, sin entendimiento bíblico y que creen que todos somos, por lo menos, mercancía y, a lo sumo, el problema, estén dispuestos a considerar a otra opción.

Los asistentes a la conferencia sugirieron que es hora de defender el concepto de la razón y la virtud de la libertad.

Los jóvenes de hoy buscan respuestas. Uno de los oradores compartió la historia acerca de un grupo de estudiantes de una importante universidad cristiana que asisten a una iglesia bíblica conservadora y dinámica cerca de la universidad porque allí se les está enseñando la Biblia y se les están dando respuestas a sus inquietudes. Debemos estar dispuestos a abordar temas difíciles.

Rosaria Butterfield en su reciente discurso en la Convocatoria de la Universidad Liberty y su nuevo libro, “Cinco mentiras de nuestra era anticristiana”, nos da el ejemplo de cómo abordar temas difíciles. Te invitamos a que escuches (en inglés) el discurso completo (comienza al minuto 33:36). Algunos pueden fruncir el ceño al escuchar sus fuertes palabras, pero los estudiantes respondieron muy favorablemente a su presentación de la verdad bíblica. Te invitamos a que escuches (en inglés), obtengas el libro (en inglés), y nos des tu opinión.

 

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